Estoy cortando contigo
- Néstor, tu querido cerebro.
- 16 may 2017
- 1 Min. de lectura
Hola buenas, soy tu cerebro. Sí, ese hijo de puta que te dice que se te está olvidando algo, pero no te dice el qué. Te estoy escribiendo esta carta mientras duermes, y no paras de roncar... ... ... Enserio, míratelo.
Bueno, me estás empezando a asustar y lo único que quería decirte es que me voy a independizar. No eres tú, soy yo. Desde que suspendimos aquel examen de matemáticas me he estado replanteando esto, ya son muchos años junto a ti (Bueno exactamente, dentro de ti) Y aunque tenemos recuerdos muy buenos, como aquella vez que aprendiste a jugar al ajedrez, o ese día que sacaste tu primer 10 en lengua, últimamente estás todo el día con ese aparato rectangular y esa pantalla luminosa.
Me aburro aquí dentro, me siento como si me estuvieras poniendo los cuernos. ¿Recuerdas esa película que vimos de pequeños que trataba de juguetes? Pues, me siento exactamente igual que aquel vaquero. Por si fuera poco, ya no me utilizas ni para escribir, ese auto-corrector es como un fármaco para la ortografía. Hace 1 mes escribiste "Vien" con una V. De hecho ya ni me relaciono con otros cerebros como antes, el otro día le dijiste hola a un vecino en el ascensor y desde entonces llevas ya un mes sin tener una conversación de verdad, sin mirar a los ojos a alguien, sin caminar sin tener que mirar esa dichosa pantallita fluorescente.

Atentamente, Néstor, tu cerebro.
PD: Necesito que firmes los papeles del divorcio. Recuerda que los nombres empiezan por mayúscula.
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